Nicanor Parra: la vanguardia en sí misma

por Víctor M. Navarro

El martes23 de enero el poeta, matemático, físico y académico chileno Nicanor Parra falleció a los 103 años, su antipoesía, su genio poético nos regala un idilio inmortal con la palabra, la creación, las vanguardias y la libertad como principios de vida y amor: ”Esta señora amable/ respetuosa/ culta/ con gran dominio de sí misma/ separada de bienes y males/ aparece y desaparece/ con una regularidad digna de mejor causa”.

Nicanor, hermano mayor de Violeta Parra, geniales ambos en la música, la poesía, la revolución, el espíritu: murió invadido de poesía y humor en su casa costera de Las Cruces, a unos 120 kilómetros de la capital chilena.

Nicanor Parra en creador de la corriente llamada antipoesía, concepto activo de vida y escritura, fue junto con Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y Gonzalo Rojas, la punta de lanza de la poesía chilena en los últimos 60 años.

Hernán Lavin Cerda, hijo predilecto y no deseado de Parra apunta: “ …un día de otoño de 1967 en su casa de La Rina ubicada en los faldones de la cordillera, Nicanor Parra nos dijo que dos poetas de lengua inglesa, Ezra Pound y T.S. Eliot, le abrieron el camino, junto con los surrealistas y el chileno Carlos Pezoa Véliz (1879-1908) hacia una escritura más directa o comunicante, coloquial, sin los aditamentos ornamentales del modernismo; más del logos callejero, popula y patiperro, vagabundo o vagamundo, que apegada a las preceptivas de los lenguajes de academia, salón o púlpito.

“Si el propio autor empieza por desprestigiar sus escritos,/ ¿ Qué podrá esperarse de ellos?”

En 1954, año crucial en la creación literaria en el país andino, influenciado y animad por Federico García Lorca, Parra publica en Chile Poemas y Antipoemas, la poesía se cimbra, una iluminación explota en todos los ámbitos literarios, mismo Neruda tótem y estilo del verso, escribe en 1956 su Estravagario, libro de poemas donde se observa la influencia de esa estética libérrima e imaginativa de Nicanor.

“Yo galán imperfecto/ Yo danzarín al borde del abismo,/ Yo delincuente nato/ Sorprendido infraganti/ Robando flores a la luz de la luna/ Pido perdón a diestra y siniestra/ Pero no me declaro culpable”.

 

 

La crítica literaria coincide en postular el principio de la revuelta creativa en la escritura, en las presencias fundacionales de Vicente Huidobro ( el creacionismo), Oliverio Girondo (la masmédula), El Estridentismo, los surrealistas peruanos César Moro, Emilio Adolfo Westphalen y la antipoesía de Nicanor Parra, quienes fueron y son las vanguardias definitorias en el Continente Americano. En este sentido Parra es en sí mismo una vanguardia que nace, crece y se reproduce y se contradice, hay quien lo acusa un cierto facilismo, de la ocurrencia saltarina en sus versos, sin embargo como él lo dijera alguna vez: “ …así para escribir siempre hay que estar al borde del precipicio”, entendiendo el concepto como la capacidad de arriesgar el ser, en todos sus sentidos, en la operación de escribir.

“Sospecho que por ahí encontraremos o fundaremos una nueva sensibilidad poética; otros registros aun cuando podamos caer, a veces, en prosaísmos o ingenuidades que nos debiliten. Sea como fuere, me parece que ha llegado la hora de correr todos los riesgos, más allá de lo que puedan  o no puedan decir los críticos de siempre, aquellos que suelen venir de atrás y repiten los modelos establecidos”.

La enseñanza continua y renovada del trabajo poético de Nicanor Parra radica en esa entrega sin cortapisas al acto creativo, al goce crítico de la escritura, al rigor cifrado en una asimilación real y verdadera de los clásicos, lo cual se transforma en una escritura que puede ser “el guante de la poesía”, como escribió Tristan Tzara, para ejmplo sus aforismos.

“El automóvil es  una silla de ruedas.”

“El teléfono sabe lo que dice.”

“El viajero que mira para atrás

Corre el serio peligro

De que su sombra no quiera seguirlo”.

Un día el poeta Rafael Vargas me dijo: “La poesía es una cuestión, es un trabajo de experiencia, por eso el caso de Rimbaud es único y extraordinario”, este principio en Nicanor Parra cristaliza fecundo y transparente, en ese constante, convulsivo y laborioso trabajar el arte poético podemos encontrar piezas de una madurez impecable en todas sus épocas de escritura, desde su primer libro en 1954 hasta publicaciones de finales del siglo pasado, POEMAS PARA COMBATIR LA CALVICIE (1993, Fondo de Cultura Económica), con motivo del Peremio Juan Rulfo 1991, el cual le fue otorgado en la Feria del Libro de Guadalajara-México.

 

 

“…sin lotería yo no estoy aquí

Se comprueba la teoría de Leonardo

1% de inspiración

2 de transpiración

y el resto de suerte.”

La lucha de los contrarios, la dialéctica cómo practica scritural, el bien contra el mal ( o al revés), humor vs acartonamiento existencial, la contradicción como esencia del hombre y el pensamiento, la reflexión profunda se hilvanan en la diatriba y el verso picante, corrosivo, el habla cotidiana contra la academia.

El crítico literario Julio Ortega así lo apunta. “ Nicanor Parra (Chile, 1914) llamó “antipoesía” al proyecto de una sistemática del habla empírica. Para ser una forma lúcida de la vida cotidiana, la poesía debía recobrar el habla que la enuncia. Lo vivo diario debía darse en la ocurrencia hablada, esto es, como la pura duración del decir. Así, frente a la afasia y en contra de la corriente discursiva, Parra puso en práctica una poética de la contra-dicción; la “antipoesía” asumía con fervor su primer día iconoclasta a la vea que actualizaba la tradición, tan clásica como popular, de la temporalidad de lo oral y la inmediatez del nombre”.

Nicanor Parra es la entrega y la fuerza de la poesía como pauta de lo cotidiano, lo profundo del hombre asoma en dialogo constante, el mundo las ideas y la palabra a todo su esplendor.

 

PAISAJE

¡ Veis esa pierna humana que cuelga de la luna

como un árbol que crece para abajo,

esa pierna temible que flota en el vacío

iluminada apenas por el rayo

de la luna y el aire del olvido!

 

 

1

 

Ya no me queda nada por decir

Todo lo que tenía que decir

Ha sido dicho no sé cuántas veces.

 

2

 

He preguntado no sé cuántas veces

pero nadie contesta mis preguntas.

Es absolutamente necesario

Que el abismo responda de una vez

Porque ya va quedando poco tiempo.

 

3

 

Sólo una cosa es clara:

Que la carne se llena de gusanos.

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